Por lo tanto todos
hemos sido conscientes de la evolución que ha tenido nuestro país en el tema
arquitectónico, más aún con el terremoto del 27f quien nos enmarca en una
situación de restauración y perdida de la identidad en gran parte del país.
Ahora si pensamos en
la identidad del sur de Chile en su contexto inmediato hay que reconocer esa
arquitectura casi invisible que tácticamente vivimos en la cotidianidad y a la
cual queremos y debemos asignar el valor patrimonial que se merece.
En el acto de
admiración y revisión, y evocar los distintos discursos de la identidad del sur
de Chile, permitirá indagar que hay detrás de todo ese hacer de la arquitectura
del sur del mundo, de sus extremos geográficos y de sus vitalidades tan
particulares.
Es pertinente señalar
que en sus fundaciones las zonas sureñas, sus pobladores se encargaron de sacar provecho al
entorno de cada asentamiento dando riqueza al territorio y con una buena
calidad arquitectónica.
Hay muchos ejemplos
en los que podemos poner atención, está el caso de Chiloé en donde desarrolla
una arquitectura junto al borde de la costa interior y en la riberas lacustres alzándose
también por los cerros circundantes. La madera fue durante siglos el único
material de construcción, Chiloé es una cultura de la madera y sus actuales
tendencias arquitectónicas continúan esta tradición. Hablamos claramente de una
identidad definida y propia del lugar.
En conclusión el acercamiento
a nuestra propia realidad, trae incluida las problemáticas inherentes a nuestra
existencia cotidiana que sin embargo trascienden, porque es nuestra
circunstancia. La vida nos ha situado en un lugar, desde el cual se despliegan
todos los aconteceres de la vida, y donde el imaginario colectivo pasa a
constituirse en un patrimonio intangible, pero posible de definir y
caracterizar de acuerdo a la identidad del territorio, entonces hablamos de que
sí existe una identidad arquitectónica clara y definida en todo en todo
territorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario